Con unos días de perspectiva, ahora podemos ver el bosque además de los árboles.
La psicohistoria de Asimov
Era de esperar.
Una vez más, uno de los grandes de la ficción científica (mal traducida como ciencia ficción, pero qué le vamos a hacer a estas alturas), Isaac Asimov, predijo un acontecimiento dramático que cambiaría para siempre la vida de las personas futuras: la manipulación de la historia a parir de la recopilación y tratamiento de millones de datos sobre el comportamiento de las personas.
En su Saga de La Fundación, una organización secreta, la Segunda Fundación, era la encargada de reunir los datos, elaborar los perfiles y establecer las estrategias de actuación para limitar al mínimo los efectos de la inevitable caída del Imperio Galáctico. El objetivo era reducir 30.000 años de caos universal a solo 1.000, plantando las semillas de un nuevo Renacimiento al tiempo que se controlaba cualquier posible desviación de la historia. Todo muy bienintencionado, la verdad.
La idea de Asimov se basaba en que, aunque los movimientos de una molécula individual de gas sean caóticos, si tenemos suficientes moléculas de gas juntas, éstas interactúan según unas leyes bien definidas que permiten predecir su comportamiento conjunto. Del mismo modo, aunque sea imposible predecir el comportamiento individual de una persona, si tenemos suficientes personas juntas, su comportamiento colectivo sí será predecible conociendo las leyes y los factores que alteran la conducta de los individuos.
Hasta ahora teníamos el adoctrinamiento, la propaganda y su versión light, la publicidad, para ocuparse de la tarea de decirnos qué debemos pensar y cómo debemos actuar. Pero sus mecanismos de acción eran de trazo demasiado grueso y, casi siempre, demasiado evidentes. Aunque han funcionado, funcionan y funcionarán bastante bien, qué duda cabe.
Salvando las distancias con mi querido Asimov (la psicohistoria utilizada por la Segunda Fundación era capaz de predecir con mucho detalle los acontecimientos futuros, y eso no podemos hacerlo), ahora ya somos capaces de alterar el comportamiento masivo de las personas a través del conocimiento detallado de sus gustos individuales y de los resortes que los hacen actuar en un sentido u otro. Pero cuidado, que saber cómo modificar el comportamiento de las masas no es lo mismo que saber predecir los acontecimientos futuros; hay muchísimos factores que no es posible tener en cuenta, sobre todo a medio y largo plazo, como una invención o descubrimiento disruptivo en alimentación o energía, por ejemplo.
La psicometría es una disciplina de la psicología orientada a medir factores psicológicos como la personalidad. El método OCEAN de psicometría, desarrollado en el último tercio del siglo XX, se basa en la medida de cinco rasgos esenciales de la personalidad, o Big Five:
- apertura (cómo de abierto se es a nuevas experiencias)
- escrupulosidad (qué tan perfeccionista se es)
- extroversión (cómo de sociable es uno)
- amabilidad (qué tan considerado y cooperativo se es)
- neuroticismo (qué tan fácilmente se le puede molestar a la persona)
OCEAN tuvo bastante éxito entre los profesionales, pero sufría el mismo grave problema que suele aquejar a otras ciencias sociales: la dificultad para recopilar, sistematizar y tratar suficientes datos para que los análisis estadísticos fueran fiables.
¿Dónde podríamos encontrar suficientes personas dispuestas a contestar una encuesta sobre su personalidad para superar ese escollo?
En 2008 Michal Kosinski, mientras terminaba un máster en psicología social en Varsovia, fue admitido en el Centro de Psicometría de la universidad de Cambridge para hacer su doctorado. Para obtener los datos que necesitaba decidió utilizar una aplicación de Facebook llamada myPersonality que había lanzado su compañero de estudios David Stillwell. Se trataba de un proyecto colaborativo entre más de 50 universidades de todo el mundo que permitía a los usuarios completar unos cuestionarios psicométricos para obtener su perfil de personalidad. Según indican en la página del proyecto en la Universidad de Cambridge:
myPersonality era una popular aplicación de Facebook que permitía a los usuarios hacerse tests psicométricos reales. Además de los datos de las pruebas, alrededor del 40% de los encuestados permitieron el acceso a los datos de su perfil de Facebook y de su red social.
La aplicación se viralizó y pronto Kosinsky tenía más datos de los que jamás había soñado. Al poder cruzar los datos relativos a la personalidad del usuario con otros de su perfil y relaciones sociales, Kosinsky empezó a establecer correlaciones. Modelizó y refinó estas correlaciones hasta que en 2012 ya era capaz de predecir algunos aspectos de una persona concreta como su origen étnico, orientación sexual o filiación política con solo 68 likes. Según afirma él mismo, su modelo final le permite conocer mejor que sus amigos a una persona con solo 70 likes; con 150 mejor que sus padres; y con 300 likes mejor aún que su pareja. Con algunos likes adicionales su modelo le permite conocer a una persona mejor de lo que se conoce ella misma.
Cuando Michal Kosinsky publicó sus hallazgos recibió una amenaza de demanda y una oferta de empleo. Ambas provenían de Facebook.
En palabras del politólogo e historiador mexicano Koskuauhtémok Dias:
A partir de entonces, Facebook ocultó por default las páginas a las que has dado like en dicha red social, no obstante muchas aplicaciones consiguen acceso a los likes cuando las instalas. Pero a finales de 2014 se acercó a Kosinski un personaje llamado Aleksandr Kogan quien, a nombre de una misteriosa empresa, buscaba conocer la base de datos de del doctor. Al parecer, esta empresa llamada SCL (Strategic Communication Laboratories) se enteró del método de Kosinski a través de Kogan y copió la aplicación para vender los datos a subsidiarias que asesoraban campañas electorales. Una de ellas es Cambridge Analytica, la empresa que asesoró a quienes impulsaban el Brexit y al mismo Donald Trump (la negrita es mía).
Por cierto, el proyecto myPersonality sigue vivo y sus bases de datos están accesibles para proyectos académicos.
Facebook se toma muy en serio los asuntos relativos a la privacidad, aunque su reacción no haya sido todo lo rápida que cabría desear. Tras caer su cotización hasta un 7%, lo que supone a Zuckerberg una pérdida de 69.000 millones de euros, quieren mejorar su desastrosa imagen rediseñando su menú de configuración y herramientas de privacidad para que los usuarios tengamos mejor control sobre lo que queremos compartir y lo que no y, sobre todo, con quién.
GDPR
¿Qué lecciones podemos aprender de todo este affaire?
Pues, en primer lugar, yo me sumo a la opinión de Kosinsky de que la privacidad tal como la entendíamos ya no existe. Creo que debemos asumir que Big Data se aplicará regularmente también a nuestros datos y que obtendremos grandes beneficios de ello. Datos de todo tipo constituyen el combustible que moverá la economía durante los próximos años y debemos ser conscientes de que los estamos cediendo, lo que no significa que perdamos el control de todo el proceso.
En su magnífico libro Homo Deus, el historiador israelí Yuval Noah Harari, sentencia:
En el apogeo del imperialismo europeo, conquistadores y mercaderes compraban islas y países enteros a cambio de cuentas de colores. En el siglo XXI, nuestros datos personales son probablemente el recurso más valioso que la mayoría de los humanos aún pueden ofrecer, y los estamos cediendo a los gigantes tecnológicos a cambio de servicios de correo electrónico y divertidos vídeos de gatitos.
La importancia que damos, como sociedad, a la privacidad de nuestros datos está creciendo y cada vez más reclamamos medidas de seguridad y control más efectivas. Escándalos como el mencionado de Facebook no tienen impacto solo en los titulares de prensa, sino que sus consecuencias económicas pueden ser devastadoras. Precisamente por ello Mark Zuckerberg ha admitido que «no hicimos lo suficiente» y «no nos esforzamos lo suficiente en prevenir el abuso y pensar cómo ciertas personas podrían usar estas herramientas para hacer daño».
Por último señalaré que adaptarnos a este mundo digital en que vivimos es una cuestión de supervivencia que no podemos dejar para más adelante. No es tan difícil aprender a controlar las consecuencias de nuestra actividad en Internet. Por ejemplo, la Agencia Española de Protección de Datos ha publicado un artículo con el título ¿Cuánto sabe Facebook sobre mí? donde presenta varios útiles video tutoriales. Como mínimo deberías conocer la página de Facebook donde se administran tus preferencias de anuncios.
GDPR es la regulación más avanzada del mundo en cuanto a privacidad de datos personales. Se aplica a cualquier organización del mundo que trate datos de ciudadanos europeos, sin importar dónde tenga su sede o sus servidores. Facebook va a aplicar las normas establecidas en el GDPR a los perfiles de todos sus usuarios, no solo a los europeos. Reino Unido también ha adoptado esta norma a pesar del Brexit. Yo me siento un poco más seguro sabiendo que estos nuevos comportamientos maliciosos se perseguirán desde las instituciones europeas. También me siento algo más comprometido con mis conciudadanos en la defensa de nuestros intereses comunes.
Como ciudadanos y aún más como responsables de una empresa u organización de cualquier tipo, es nuestro deber respetar al máximo las normas de convivencia que nos hemos otorgado en este ámbito. En un reciente artículo mostré cuáles son las que considero 5 excelentes razones para celebrar el GDPR. Si compartes este sentimiento puedes visitar mi página Adaptación al GDPR donde hallarás una manera fácil y asequible de cumplir con tu deber como ciudadano y tu obligación como empresario.
Fuentes
Además de los enlaces ya incluidos en el texto he consultado los siguientes artículos y fuentes:
- http://www.capital.cl/negocios/2018/03/20/140678/michal-kosinski-la-privacidad-ya-no-existe/
- https://www.theguardian.com/news/series/cambridge-analytica-files
- https://www.theguardian.com/news/2018/mar/17/cambridge-analytica-facebook-influence-us-election
- https://www.theguardian.com/news/2018/mar/17/data-war-whistleblower-christopher-wylie-faceook-nix-bannon-trump
- https://www.theregister.co.uk/2018/03/18/facebook_confirms_cambridge_analytica_stole_its_data_its_a_plot_claims_former_director/
- https://motherboard.vice.com/en_us/article/mg9vvn/how-our-likes-helped-trump-win
- http://www.moonofalabama.org/2018/03/cambridge-analytica-and-the-manipulation-of-people.html
- https://www.csoonline.com/article/3263438/privacy/gdpr-is-more-important-than-ever-the-cambridge-analytica-facebook-meltdown.html
Gonzalo dice
Me ha encantado, muchas gracias por compartir todo esto.
Arturo Génova dice
Gracias a ti, Gonzalo, por leerlo y comentarlo.
José Ignacio dice
Muy interesante Arturo!!!
Arturo Génova dice
Me alegro de que te gustara, José Ignacio.
Gracias por comentar.
Gonzalo Alcón dice
excelente artículo Arturo. No te conocía, pero a partir de ahora te seguiré habitualmente
Saludos
Gonzalo
Arturo Génova dice
Muchas gracias por tus palabras, Gonzalo. Me animas a seguir trabajando en esta línea.